Truco de pintura 7: Esfumado

Truco de pintura 7: Esfumado

El esfumado (del italiano sfumato) es un efecto vaporoso que se obtiene por la superposición de varias capas de pintura extremadamente delicadas, proporcionando a la composición unos contornos imprecisos, así como un aspecto de vaguedad y lejanía. Se utiliza para dar una impresión de profundidad en los cuadros del renacimiento. Este efecto hace que los tonos se difuminen hasta valores más oscuros como en la Mona Lisa y en el San Juan Bautista.

La invención de esta técnica, así como su nombre sfumato, se deben a Leonardo da Vinci.
Nadie ha podido igualar su técnica, pese a que muchos son los que lo han intentado.

Según las investigaciones de Pascal Cotte, basadas en un análisis multi-espectral del cuadro La Gioconda, la técnica utilizada por Leonardo podría consistir en los pasos siguientes:

  1. Sobre una plancha de madera de álamo, se aplica una preparación blanca de yeso y cola animal (el gesso).
  2. Se traza un primer esbozo al pincel.
  3. Aplicación de una delgada capa de color, al óleo (la imprimitura), sobre toda la superficie del cuadro.
  4. Se añaden las sombras y los valores intermedios. En el caso del ojo izquierdo de Mona Lisa, esta operación se hizo con tierra de Siena muy diluida.
  5. Con la punta del pincel, se “plumean” las sombras y los valores intermedios.
  6. Se aplica sobre todo el cuadro una delgada capa translúcida, de color adaptado a cada zona.
  7. Repaso de las zonas plumeadas, pintando en los diminutos espacios entre trazo y trazo, para homogeneizar.
  8. Toque final: graduación tonal mediante retoques microscópicos hasta conseguir el efecto de degradado suave entre las zonas de sombra y las de luz.
Al final no queda en el cuadro el más mínimo trazo de pincel, haciendo imposible saber a simple vista cuál ha sido la técnica de pintura empleada.

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